20.000 Especies de abejas
February 21, 2024El Batman de Nolan del LGTBIQ+. 20.000 especies de abejas es una buena película dentro de un género cinematográfico que como el de los superhéroes cuando se hacen 30 películas al año sobre lo mismo y de la misma manera pues cansa. Cuando el universo Marvel comenzó a sacar película tras película, un género que me encanta empezó a ser cansino y aburrido, pues con estos dramas me ocurre lo mismo. Si es verdad que se debe representar al colectivo LGTIQ+ en las películas, pero no tiene porque ser siempre desde el drama y la reivindicación.
20.000 especies de abejas es una gran película, como lo fue El caballero oscuro de Nolan, pero que dudo que mucha gente vea. La sensibilidad con la que se trata el tema es digna de elogio. La protagonista del film es una niña que transcurre la película descubriendo que lo es. El interés que muestra hacia las costumbres que tienen las mujeres de su familia, las miradas a prendas de ropa, la sensibilidad que tiene, a los espectadores comienza a darnos pinceladas de lo que siente. Es una película que muestra mucha empatía por la situación, no critica a nadie de la familia que no lo entiende o que lo intenta esconder, ni alza a aquellos que se muestran mas comprensivos, lo que hace la película es mostrarte una situación totalmente real y que sucede en la sociedad, en la que todos en la familia se quieren e intentan hacer lo que creen correcto con sus hijos, nietos y sobrinos a pesar de sus problemas.
Un niño no puede entender lo que le sucede, quiere agradar a sus padres y además quiere divertirse, la inocencia del niño debe ser algo bonito, que no debe ser ni utilizado ni mancillado con pensamientos políticos. Esta película consigue a cualquiera entender por lo que un niño no debería pasar solo, sino con el apoyo de todos. Normalizar el colectivo es lo mejor y contar historias de este carácter o divertidas o de superhéroes o villanos en las que sean trans, homosexuales, etc, deben hacerse porque el cine es la representación de lo que sucede en la sociedad y eso ayuda a los niños y adultos a empatizar. Deben hacerse historias, no panfletos políticos, eso un niño no lo entiende y los adultos lo usan y corrompen.
Gracias a la directora por contar una historia (Estibaliz Urresola Solaguren), gracias a Sofía Otero por ser tan sensible y poder realizar un papel tan complejo siendo tan joven, gracias.